miércoles, 24 de abril de 2024

El Papa, frente al estoicismo: afirma que hacer el bien no basta y llama a «caminar tras Jesús»

El Papa Francisco.

En la audiencia de este 24 de abril, Francisco advirtió del "riesgo" en las virtudes cardinales desligadas de las teologales, el de "generar hombres y mujeres heroicos que hacen el bien, pero que actúan solos, aislados".

Este miércoles, durante la audiencia celebrada a las 9:00 en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha proseguido su ciclo de catequesis sobre los vicios y virtudes, dando comienzo a la explicación de las virtudes teologales -fe, esperanza y caridad-.

En primer lugar, explicó que las cardinales -prudencia, justicia, fortaleza y templanza- "pertenecen a una sabiduría muy antigua anterior al cristianismo", pues "la honestidad ya se predicaba antes de Cristo como deber cívico, la sabiduría como norma de actuación, la valentía como ingrediente fundamental de  una vida que tiende al bien y la moderación como medida necesaria para no dejarse arrollar por los  excesos".

Se trata de un "patrimonio de la humanidad" que el cristianismo "no ha sustituido, sino sino enfocado,  potenciado, purificado e integrado a la fe".

Unas virtudes "netamente cristianas"

Sin embargo, continuó el Papa, a la hora de plantear "el camino hacia la plenitud de la vida", el cristiano "goza de una asistencia especial del Espíritu de Jesucristo" que se concreta en tres virtudes "netamente cristianas" y que "caracterizan la vida de los cristianos, la fe, la esperanza y la caridad".

Si las cardinales conforman "el gozne de una vida buena", las teologales "se reciben y se viven en relación con Dios", subrayó antes de citar el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto: "Son infundidas por Dios en el alma de los fieles para hacerlos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna. Estas tres virtudes, la fe, esperanza y caridad, son la garantía de la presencia y la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano".

Es por eso que  Francisco observa "un riesgo" en las virtudes cardinales al margen de las teologales, el de "generar hombres y mujeres heroicos que hacen el bien, pero que actúan solos, aislados".

Frente a ello, "el gran don" de las virtudes teologales es "la existencia vivida en el Espíritu Santo: el cristiano nunca está solo. Hace el bien no por un esfuerzo titánico de compromiso personal, sino porque, como humilde discípulo, camina detrás del Maestro Jesús, él va delante en el camino".

Por eso, las virtudes teologales son también "el gran antídoto contra la autosuficiencia", la presuntuosidad y la arrogancia. La soberbia, dijo Francisco, es "un veneno poderoso" y "basta una gota para echar a perder toda una vida marcada por el bien. Una persona puede haber realizado innumerables obras buenas, ganado elogios y alabanzas, pero si ha hecho todo esto sólo para exaltarse a sí misma, ¿puede considerarse una persona virtuosa? No, no".

En este sentido, también mencionó que el bien no es solo "un fin", sino también "un camino" que requiere "de mucha discreción, mucha amabilidad". Y sobre todo, el bien debe "despojarse de esa presencia a veces demasiado dominante que es nuestro ego. Cuando nuestro `yo´ está en el centro se arruina todo"; subrayó el pontífice.

Como antídoto, las virtudes teologales se presentan como una gran ayuda, especialmente "en los momentos de caída", ya que "todos caemos" y "nos equivocamos, pues "la inteligencia "no siempre es lúcida, la voluntad no siempre es firme, las pasiones no siempre  se gobiernan, la valentía no siempre vence al miedo".

Para concluir, el Papa llamó a "abrir el corazón al Espíritu Santo", que "reaviva en nosotros las virtudes teologales: entonces, si hemos perdido la confianza, Dios reabre la fe, si estamos desanimados, despierta en nosotros la esperanza y si nuestro corazón está endurecido, lo enternece con su amor".

Una vez más, el Papa Francisco se refirió al conflicto entre Israel y Palestina que asola Tierra Santa, llamando a que ambos sean "estados libres y con buenas relaciones". En un nuevo llamado a la paz, se refirió especialmente a otros países en guerra como Ucrania, Palestina y Myanmar. Antes de concluir, pidió a los fieles sus oraciones por la paz y reiteró que la guerra "es siempre una derrota" y denunció que aquellos que más ganan "son los fabricantes de armas".

ReL


martes, 23 de abril de 2024

Atrévete a orar por aquellas personas que te caen mal

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Es imposible gustarle a todo el mundo, por eso es necesario aprender a llevarnos bien con todos y sobre todo, a orar por los que nos caen mal

Existe un dicho popular que reza que nadie es monedita de oro para caerle bien a todos; y es verdad. Somos tan distintos que es imposible que toda la gente nos simpatice, pues también los temperamentos y caracteres varía de persona a persona. Por eso, la propuesta de orar por ellos suena extraño.

Porque incluso en nuestra propia familia se dan casos en los que nos llevamos mejor con algunos y con otros chocamos irremediablemente, sin saber por qué.

Pero cuando se trata de gente ajena a nuestro entorno familiar, ocurre que la antipatía puede transformarse en rivalidad, y en algunos casos que no deberían admitirse entre cristianos, hasta podrían llegar al odio.

Nuestro Señor tampoco fue querido por todos

Nos damos cuenta por los Evangelios que el mismo Jesús fue atacado hasta la muerte, porque sin duda los fariseos lo veían con malos ojos. Por eso entendemos que no a toda la gente le gustaba escucharlo, y mucho menos verlo, porque despertaba conciencias, a la par que envidias.

¿Qué nos hace pensar, entonces, que seremos distintos?

Hay que percibir las dos caras de la misma moneda: Hay quienes nos disgustan, pero también nosotros resultamos pesados para otros.

¿Y si esa persona me ha hecho daño?

La prueba de fuego viene cuando la persona no solamente nos desagrada, sino que nos ha hecho daño. Humanamente, desearemos venganza y que toda clase de males caiga sobre ella. Pero el deseo de Dios y su plan para nosotros es distinto.

El Señor Jesús lo aclaró:

“Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por lo demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes”

Lc 6, 27-31

El reto de Cristo para nosotros

¡Qué difícil tarea! pero el Señor la complica aún más:

“Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo”.

Lc 6, 32-34

Pero hay una recompensa

Aunque el que nos haga mal nos cause sufrimiento, debemos curarnos con amor:

“Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos”

Lc 6, 35

Así, el mismo Señor Jesús nos puso la muestra cuando en la cruz oró a su Padre diciendo:

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34) .

Así pues, oremos por los que nos desagradan, nos caen mal o nos han dañado, la recompensa será grande y el bien que les hagamos pidiendo por ellos los ayudará a alcanzar la conversión, porque Dios nos ama a todos por igual. Hagamos lo mismo.

Mónica Munoz, Aleteia

Vea también     Comentario de San Juan Crisóstomo


Con cáncer, cambió la quimio por el Santísimo: ella y su hijo, también enfermo, sanaron por completo

Esmeralda y su hijo Iván.

Esmeralda y su hijo vivieron consecutivamente una odisea de graves enfermedades: ella confió su vida y la de Iván a la oración ante el Santísimo y la intercesión de la Virgen, y sus ruegos fueron escuchados.

Para Esmeralda el adorar el Santísimo ha sido la respuesta a sus más grandes aflicciones, con el Santísimo alcanzó el milagro contra el cáncer de ella y de su hijo. La historia de Esmeralda es un testimonio de fe que destaca y manifiesta el poder de Dios por medio de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

Milagros de cáncer y otros más

En el año 1997 la mexicana Esmeralda Salazar Carretero, originaria de Córdoba, Veracruz, y madre de tres hijos, llegó a Estados Unidos, estableciéndose en Eugene, Oregon.

En 1998 se casó por lo civil, y en 1999, "por invitación de mi hermano mayor, me empecé a involucrar en un grupo de oración carismático en la parroquia de Santa María, en Eugene".

Reconoce que, antes de eso, desde que era hija de familia, "sólo iba a Misa mandada por mi madre, pero no fui una persona que realmente ejerciera la fe católica".

El cáncer llega por primera vez

En 2003 recibió la noticia de que tenía cáncer.

"Decidí someterme a un tratamiento, además de que me fui involucrando cada vez más en la oración".  Dicho tratamiento consistía en 3 quimioterapias "y sólo aguanté una. Me di cuenta de que no iba a resistir".

"Le dije a mi médico: 'No quiero seguir con el resto del tratamiento. Yo tengo al mejor médico, que es Dios'. Me respondió: 'Qué bueno que creas en tu Dios, pero ese Dios no existe'. Le dije: '¡Sí existe, yo lo conozco! Y no quiero someterme a la segunda sesión de quimioterapia porque siento que es veneno para mi cuerpo'".

El médico la hizo firmar un papel que indicaba que ella se retiraba del tratamiento y ya no estaba más bajo la responsabilidad de él.

"Firmé el papel y me fui ante el Santísimo Sacramento y le dije: 'Señor, Tú sabes lo que yo siento en mi cuerpo con ese medicamento. Pero yo confío en Ti, y sé que Tú me vas a sanar".

Esmeralda oraba fuertemente, y se sometió a una cirugía para que le extirparan el tumor. Los cirujanos le informaron después de la operación: "Se te quitó el cáncer, no va a volver".

Esmeralda.

Para Esmeralda el adorar el Santísimo ha sido la respuesta a sus más grandes aflicciones. 

Un calor sanador

A pesar de la afirmación de los médicos, 3 años después, en 2006 —año en que ella pudo casarse por la Iglesia— el cáncer regresó a Esmeralda.

"Fue un cáncer más fuerte que el anterior. Fui a ver al médico y me dijo que requería una segunda cirugía, pero que me tenían que enviar a la ciudad de Portland porque mi colon estaba comprometido".

Esmeralda tenía cita un día lunes para su operación quirúrgica, pero el sábado anterior acudió a una noche de alabanza en Eugene.

"Esa noche, cuando estábamos en un canto al Espíritu Santo, yo cerré mis ojos y, mientras alababa a Dios, empecé a sentir algo caliente desde mis pies hasta mi cabeza".

"Al final eso caliente terminó concentrándose en mi vientre, en mi abdomen y en mi espalda. Y de pronto sentí como si de mi vientre me arrancaran como una raíz, o como si me hubieran arrancado el intestino. Yo pensé que esa sensación se debía a algún esfuerzo, a algún movimiento que hice mientras alababa al Señor".

Sólo hasta que acabó la noche de alabanza los presentes le contaron a Esmeralda lo que había ocurrido: "Me dijeron que yo había caído en descanso en el Espíritu, y que había permanecido así por 15 minutos. Yo no me di cuenta, simplemente me desvanecí y me pareció que yo veía a Jesús que me estaba cargando".

El lunes se presentó Esmeralda en Portland para su operación. El cirujano le indicó que, antes de explicarle cómo sería la operación, la enviaría a que le hicieran dos ultrasonidos, uno externo y otro interno, a fin de que todo fuera muy preciso en la cirugía.

"Me hicieron los análisis, y le entregué al cirujano un disco con los estudios que me había hecho mi médico de Eugene, donde se veía cómo estaba mi colon,  mi matriz y la parte del ovario que me habían dejando en mi operación anterior".

Cuando el cirujano recibió los resultados de los nuevos ultrasonidos le dijo a Esmeralda: "¿Tú qué estás haciendo aquí? Tú no tienes cáncer".

No podía caminar

Además de sus dos episodios de cáncer, Dios permitió que Esmeralda  viviera otro sufrimiento físico en su persona: "Cuando yo trabajaba en una compañía, me caí de resbalón de un camión y me lastimé la espalda a la altura de la cintura. Se me quebraron dos vértebras".

"Los terapeutas me decían que el dolor era porque los huesos quebrados estaban rozando el nervio ciático".

"Yo tenía mucha dificultad para caminar y para sentarme; si me sentaba no me podía parar, y si me acostaba en la cama no me podía levantar. Mi esposo me  llevaba a las misas, y yo me arrastraba para recibir la Eucaristía; él me quería ayudar, pero yo le decía: 'No, yo tengo que recibir al Señor por mis propios medios, sea como sea'".

Fentanilo

En el año 2010 se sometió a una cirugía en la espalda, y le implantaron un estimulador para ayudarla a caminar, pues perdía fuerza en las piernas.

Gracias a esto "quedé mejor, pero no al cien por ciento. Entonces me mandaron a una clínica donde me dieron fentanilo para el dolor. Yo no sabía nada de esa sustancia. Eran unos parchecitos que me ponía en el brazo".

"Usé los parches por 3 meses, hasta que un día decidí ya no utilizarlos porque sentí que no me estaban haciendo bien. Porque con el fentanilo yo podía hacer muchas cosas, pues me daba mucha fuerza y nada me dolía; pero, si no me lo ponía, tenía dolor de huesos, de espalda, de cintura y de todo, como si me hubieran golpeado entre muchas personas".

Esmeralda le avisó a la doctora que la atendía "que había tomado la decisión de dejar el fentanilo. Se molestó, pero le respondí que no me hacía bien, y añadí: 'Yo tengo un Dios que todo lo puede, y Él me va a ayudar en este sufrimiento'".

Pero la abstinencia le causó "crisis de nervios, ansiedad, desesperación. Entonces acudí a un lugar donde dan terapia para lidiar con el problema de las drogas, pero no me gustó como le hablaban a uno ahí, así que me levanté y dije: 'Nada tengo que hacer aquí, porque yo tengo un Dios sanador', y me contestaron ahí: 'Está bien que creas en Dios, pero sin nosotros no vas a salir adelante'".

Esmeralda acudió al Santísimo: Le lloraba y suplicaba que la sanara de la ansiedad que sentía por culpa de la droga. "Yo aún tenía 6 cajas con parches de fentanilo en un cajón, y sentía como que algo jugaba en mi mente y me decía en un oído: '¡Usalo, úsalo! ¡Te va a ayudar!', mientras que en mi otro oído me decían: '¡No, no lo hagas! Jesús tiene poder para sanarte, no lo hagas'. Y lo que terminé haciendo fue quemar los parches".

"Y Cristo me liberó", continúa Esmeralda, señalando que todo el tiempo estuvo acudiendo con insistencia a la intercesión de la Santísma Virgen María, y que incluso antes, cuando estuvo hospitalizada en un sexto piso, su habitación se llenó de olor a rosas. "Yo me preguntaba por qué olía así, y miré hacia la ventana y la silueta de la Madre de Dios se formó en el vidrio".

Esmeralda, ya sanada.

Esmeralda quedó completamente sanada de cáncer y librada de los dolores y la adicción provocada por los medicamentos gracias a la oración perseverante y confiada.

Hijo desaparecido

Esmeralda cuenta que su hijo mayor, de nombre Iván, "no vivía conmigo en Estados Unidos. Cuando él tenía 7 años yo se lo había dejado a mi madre en México; pero su papá fue por él y se lo quitó a mi madre y lo trajo a Estados Unidos".

"Yo no sabía nada de mi hijo. Cuando trataba de buscarlo, el papá de Iván desaparecía con mi hijo, se movían de estado en estado".

Asistiendo Esmeralda a un retiro de oración en Eugene, el predicador Omar Torres dijo en la asamblea por don de conocimiento: "Aquí hay una mujer que está muy preocupada y en una gran necesidad. Le quiere arrebatar ese milagro a Dios, pues se lo ha pedido mucho".

Dice Esmeralda: "Yo no capté que ese mensaje fuera para mí". Pero al final del retiro el predicador se acercó a ella: "Me dijo que Dios le había revelado que tenía un regalo grande para mí", y le indicó que hiciera una novena a santa Teresita del Niño Jesús. "Me dijo: 'Si tú haces esa novena, santa Teresita te va a alcanzar el milagro de encontrar a tu hijo'. Eso fue en junio de 2011".

"Volví a casa y comencé enseguida la novena. Y en el noveno día, justo cuando la terminé y recé el rosario a la Virgen María, mi hijo Iván me llamó por teléfono".

Cuando Esmeralda recibió la llamada de Iván, dudó, pues la habían tratado de extorsionar en diversas ocasiones. "Me hacían llamadas, y alguien me decía que era mi hijo y que estaba en Tijuana, y que, si yo no mandaba dinero, le iban a mochar los dedos".

Iván preguntó "si me acordaba de él; contesté que no, y él dijo que era mi hijo Miguel Iván, así que le respondí: 'Joven, ya otros han tratado de hacerse pasar por mi hijo, así que le pido por favor que no juegue mis sentimientos. Pero vamos a hacer una cosa: si usted dice que es mi hijo, dígame quién es mi mamá, cuántas hermanas tengo y quiénes son sus tías'".

"Entonces él me contestó: 'Mi abuela es la señora Gloria, y mis tías son fulana, fulana y fulana'. Y en ese momento me entró un calor en todo mi cuerpo y exclamé '¡Gracias, Dios mío!' y perdí el conocimiento".

Enfermo y abandonado

Su hija y una comadre acudieron a ayudar a Esmeralda, tratando de que despertara. La hija cogió el teléfono y dijo: "Mi mamá se acaba de desmayar, ¿quién eres?", y recibió esta respuesta: "Soy tu hermano Iván", lo que la hizo exclamar: "¡Oh, hermano! ¡Cuánto tiempo buscándote, y mi mamá no te encontraba!", y lloraron los dos.

Cuando Esmeralda despertó, tomó el teléfono y preguntó a su hijo cómo estaba, e Iván le contestó: "Mamá, me estoy muriendo. Tengo un tumor maligno en mi cabeza".

Esmeralda de inmediato le compró a Iván un boleto de autobús para que pudiera viajar desde Kansas, donde vivía, hasta reunirse con ella.

"Cuando llegó, mi hijo olía a muerto, a descomposición, a podrido. Tenía una bola en su cabeza por un aparato que le pusieron para que le recolectara líquido. Y traía tanto sus zapatos como sus calcetines rotos, con sus pies llenos de lodo, y le pregunté por qué; me contestó: 'Mamá, yo vivía en la calle. Me operaron en el hospital de niños con cáncer, y mi papá me abandonó ahí; los doctores lo trataron de buscar, y cuando me dieron de alta, una maestra me auxilió'".

Sin embargo, cuando ya no pudo permanecer con aquella maestra, Iván terminó viviendo en las calles desde los 14 años, pasando frío y comiendo restos de comida de los botes de basura de los restaurantes. Se escondía entre cajas de cartón para que la policía no lo recogiera.

"Le quedan 3 días de vida"

Dice Esmeralda que, al momento de encontrar a su hijo, "ya tenía 17 años, pero actuaba como un niño que no sabía lo que hacía". Entonces mi esposo me dijo: 'No me gusta cómo actúa tu hijo, pero estoy contigo en las buenas y en las malas. Hay que llevarlo con un doctor, y si dice que está enfermo y necesita ayuda, se queda contigo; pero si dice que está sano, se regresa con su papá'".

"Enseguida me puse a orar y le dije al Señor que confiaba en que Él haría lo que fuera necesario. Hice cita para Iván con la pediatra de mi hija, y, después de revisarlo, la doctora me dijo que lo que él tenía era grave y que había que llevarlo al hospital de cancerología en Portland".

"Así lo hicimos, pero la cita era el Día de Acción de Gracias. El médico que ahí lo examinó me dijo: 'Señora, lamento decirle que a su hijo sólo le quedan 3 días de vida. No tenemos cirujanos porque todos están de vacaciones y regresan hasta la próxima semana. Duerma con él, abrácelo, apapáchelo, porque su hijo necesita un cirujano especialista en el cerebro, y el que tenemos se acaba de ir de vacaciones a California. Haremos lo posible por encontrar alguno, pero no podemos asegurarle nada".

Apenas regresaron a casa, Esmeralda corrió a visitar al Santísimo Sacramento y le suplicó: "Señor, lo pongo en tus manos, pero no me quites a mi hijo; yo lo acepto como Tú me lo quieras dejar".

Ella salió de ahí con la fe de haber sido escuchada. "Llegué a casa y mi hija me dijo que un doctor había hablado por teléfono, diciendo que ya habían encontrado un cirujano. La operación fue al día siguiente y duró 16 horas".

Iván, tras una cirugía de urgencia.

Iván, tras una cirugía de urgencia a la que tuvo acceso de forma providencial. 

Después de eso Iván estuvo en terapia intensiva. "Y yo no dejé de rezar, de suplicarle a Dios durante el mes que mi hijo estuvo en el hospital en medio de curaciones y de terapias, porque la operación le iba a afectar el habla".

Un retiro, el último paso

El tumor que le quitaron a Iván tenía el tamaño de una pelota de beisbol, pero la raíz de dicho tumor, que comenzaba en la zona de la glándula pituitaria, no pudo ser extraída porque había riesgo de dejarlo en estado vegetativo.

"Mi hijo obtuvo su sanación en un retiro en Monte Ángel, Oregon,  —cuenta su madre—. Él no quería ir, pues me dijo que los doctores ya habían hecho todo lo que se podía, pero yo lo invité a dar el último paso".

"Eso ocurrió un mes de noviembre, y tenía programada su cita en enero para que vieran los médicos si la raíz que no pudieron arrancar había crecido".

"En el retiro, el padre Darío Bencosme empezó a orar fuertemente, se acercaron 3 religiosas y comenzaron a orar en lenguas, y mi hijo comenzó a gritar agarrándose la cabeza, como si algo le hubiera sucedido".

Llegó enero y los médicos se quedaron sorprendidos porque, al hacerle a Iván dos estudios en los que se puede ver totalmente el cerebro por dentro, la raíz del tumor ya no estaba.

Actualmente Iván tiene 31 años y, atestigua Esmeralda, "es una persona normal, que usa una computadora, que se desempeña como supervisor manager, encargado de más de 150 personas".

Esmeralda, con su hijo Iván.

Esmeralda, con su hijo Iván. 

Churcho Picón, ReL

Vea también   Catecismo de la Iglesia Católica


lunes, 22 de abril de 2024

«Una alternativa al mundo moderno»: el multitudinario Rosario por la Juventud vuelve el 11 de mayo

El Rosario por la Juventud de España de 2023.

Cerca de 3000 personas asistieron al Rosario por la Juventud de España en la edición de 2023.

Por tercer año consecutivo y tras seis de su primera convocatoria, el Rosario por la Juventud de España vuelve a convocar a miles de madrileños al rezo del rosario por las calles de la capital el próximo sábado 11 de mayo. Se trata de una iniciativa que cada año convoca a más personas a una "manifestación pública de fe" y que no deja de sumar voluntades. Muestra de ello es la reciente constitución de una asociación convocante, con el mismo nombre, con la que ya están comprometidos más de 50 voluntarios y organizadores "comprometidos con su fe y el futuro de España", informan a Religión en Libertad.

Como en ocasiones previas, el rosario dará comienzo a las 19:00 horas en la Plaza de la Basílica Pontificia de San Miguel (Calle de San Justo, 4) y concluirá en la Plaza de España.

Emilio Esteban-Hanza, organizador y presidente de la nueva asociación, argumenta esta manifestación pública de fe porque "sin obras, esta es una fe muerta. Todo joven católico tiene el deber de dar testimonio de su fe a través de su ejemplo de vida y de su piedad".

Rosario por la Juventud de España 2024.

El Rosario por la Juventud de España de 2024 será el 11 de mayo y comenzará a las 19:00 horas en la Calle de San Justo, número 4. 

El rosario tiene una finalidad eminentemente apostólica y parte de la convicción de que "la fe crece dándola". "No consiste en un sálvese quien pueda. La fe es un tesoro que no podemos reservar para nosotros mismos, sino que tenemos el deber de compartir y transmitir a todo aquel que nos rodea", indica Esteban-Hanza en referencia a la máxima evangélica del "id por el mundo y proclamad el Evangelio".

Una de las principales intenciones del rosario es la de rezar por la juventud de España y "animar a los jóvenes en la búsqueda del Bien" y que esta "deje atrás los males que la asolan". Una situación que califican de "alarmante" y que encuentra en el suicidio juvenil una de sus máximas expresiones como principal causa de muerte en el país entre los jóvenes.

El Rosario por la Juventud de España, en su edición de 2022. 

Tal y como informaba El Confidencial a finales de diciembre de 2023, los suicidios en menores de 30 años crecieron un 7,9%. Solo en 2022 se quitaron la vida 75 adolescentes, un 41,5 % más que en 2021. Para los organizadores del rosario, se trata de "una manifestación más de la crisis de valores que sufre la sociedad".

"La juventud tiene que volver a la Fe", afirma Juan de los Mozos, Secretario General de la Asociación del Rosario por la Juventud de España.

El rosario también es para integrantes y simpatizantes de esta organización un elemento clave frente a la presente "crisis espiritual" y sus amenazas. Como afirma Nayeli Rodríguez, coordinadora de 40 días por la Vida, "es el arma más poderosa que se puede llegar a tener. Los que odian a la Iglesia odian muchísimo a la Virgen porque es quien aplasta la cabeza de Satanás".

"Hay muchos ejemplos de la fuerza que tiene esta práctica de piedad eminentemente católica. Yo lo he experimentado en mi vida personal y en la de gente que me rodea. No se puede despreciar un acto de piedad que han practicado todos los santos de la Iglesia. La salvación de España está cifrada en el rezo del Santo Rosario", puntualiza Esteban-Hanza.

Además de una fe firme y a la vez jovial, junto con la abundancia de jóvenes y familias que se repite cada año, el Rosario por la Juventud de España goza de un amplio poder de convocatoria que trata de superar cada año. Según fuentes policiales, el de 2023 congregó unas 3000 personas, cifra que aspiran a superar el próximo 11 de mayo.

Desde la organización también pretenden "despertar la curiosidad entre la gente" mostrando las implicaciones de la fe en las calles y la vía pública y proponiendo la "reflexión sobre nuestras vidas".

"Con una buena organización, somos los suficientes para plantear y construir una alternativa a este mundo moderno. Una alternativa que pasa por estar muy cerca de la Cruz y que se llama Civilización Cristiana.”, cuentan desde la organización", agregan desde la Asociación del Rosario por la Juventud de España.

José María Carrera, ReL

Vea también    Los Jóvenes y los Valores de una Civilización de Amor

(VIDEO) 5 acciones que harán que tu pareja se sienta más valorada


El amor es una decisión que implica una entrega diaria, y para que el amor dure, es necesario cuidarlo y valorarlo

En toda relación de noviazgo, y sobre todo en un matrimonio, debe procurarse llevar una comunicación asertiva, donde ambos como pareja, puedan escucharse y también entender por lo que pasa el otro. Dice san Pablo que “el amor no pasará jamás”, así que si quieres conservarlo, es necesario valorarlo.

Muchas de las discusiones en una relación son provocadas por una falta de validación hacia el otro, desde lo que dice hasta los detalles y tiempo que dedicamos por la otra persona.

Si quieres conocer cómo puedes influir para que tu pareja se sienta valorada por ti sin morir en el intento, te invitamos a ver el siguiente video, donde te mencionamos cinco estupendos consejos que no fallaran en tu relación.

A la vez te hará redescubrir en el día a día a tu pareja, siendo espontaneo y creativo en cada momento que pases con esa persona. Mantén tu relación sana y fortalecida con la base de todo que es el amor.




Papa a estudiantes y profesores de escuelas por la paz: están llamados a ser protagonistas y no espectadores del futuro

Discurso del Papa a alumnos y profesores de la red nacional de “Escuelas por la paz” 

(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 20.04.2024)


La mañana del viernes 19 de abril, el Papa Francisco recibió en audiencia a alumnos y profesores de la red nacional “Escuelas por la paz” a quienes les dirigió el discurso que ofrecemos aquí traducido al castellano. La audiencia tuvo lugar en el Aula Pablo VI. 

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Queridos muchachos, queridas muchachas, queridos profesores, ¡buenos días a todos! Me alegra reunirme una vez más con la red nacional de «Escuelas para la Paz». Saludo a la Dra. Lotti y les doy la bienvenida a todos. 

En primer lugar, quiero darles las gracias. Gracias por este viaje lleno de ideas, iniciativas, formación y actividades, cuyo objetivo es promover una nueva visión del mundo. Gracias por estar llenos de entusiasmo en la persecución de objetivos de belleza y bondad, en medio de situaciones dramáticas, de injusticia y violencia que desfiguran la dignidad humana. Gracias por estar comprometidos con pasión y generosidad a trabajar en la «obra del futuro», superando la tentación de una vida aplastada sólo en el hoy, que corre el riesgo de perder la capacidad de soñar en grande. Hoy más que nunca, en cambio, es necesario vivir con responsabilidad, ampliando horizontes, mirando hacia adelante y sembrando día a día esas semillas de paz que mañana podrán germinar y dar fruto. ¡Gracias, chicos y chicas! 

El próximo mes de septiembre tendrá lugar en Nueva York la Cumbre del Futuro, convocada por las Naciones Unidas para abordar los grandes desafíos globales de este momento histórico y firmar un «Pacto para el Futuro» y una «Declaración sobre las Generaciones Futuras». Se trata de un acontecimiento importante, y se necesita también su contribución para que no se quede sólo «sobre el papel», sino que se concretice y se haga realidad a través de vías y acciones para el cambio. 

Ustedes llevan en el corazón este gran sueño: ‘Transformemos el futuro. Por la paz, con cuidado’. Y precisamente sobre esto quisiera detenerme brevemente para decirles algo en lo que creo mucho: que ustedes están llamados -escuchen bien- están llamados a ser protagonistas y no espectadores del futuro. Les pregunto: ¿a qué están llamados? ¿A ser qué? [los chicos responden] ¡No he oído bien!… [los chicos responden en voz alta] ¡Vamos! ¡Adelante! La convocatoria de esta Cumbre Mundial nos recuerda que todos estamos llamados a construir un futuro mejor y, sobre todo, ¡que debemos construirlo juntos! Les pregunto: ¿se puede construir el futuro solos? [Los jóvenes responden «no»]. No oigo… [un fuerte «no»]. ¿Tenemos que construirlo? [¡Sí!] ¡Bravo! 

No podemos limitarnos a delegar nuestras preocupaciones sobre el «mundo que viene» y la resolución de sus problemas a las instituciones mandatadas y a quienes tienen responsabilidades sociales y políticas especiales. Es cierto que estos retos requieren competencias específicas, pero también es cierto que nos afectan de cerca, tocan la vida de todos y exigen de cada uno de nosotros una participación activa y un compromiso personal. En un mundo globalizado como el actual, en el que todos somos interdependientes, no es posible proceder como individuos que sólo se ocupan de su propio «huerto», de cultivar sus propios intereses: en su lugar, necesitamos trabajar en red y en red. ¿Qué es lo que hace falta? Trabajar en red y crear redes. ¿Qué se necesita? Trabajar en red y trabajar en red. Todos juntos. Eso es, sí bueno, y eso es importante, hay que conectar, trabajar en sinergia y armonía. Esto significa pasar del ‘yo’ al ‘nosotros’: no ‘yo trabajo por mi propio bien’, sino ‘nosotros trabajamos por el bien común, por el bien de todos’. 

Trabajamos por el bien de todos. Juntos. [los chicos repiten] ¡Bravo! En efecto, los retos de hoy, y sobre todo los riesgos que, como nubes negras, se ciernen sobre nosotros amenazando nuestro futuro, se han hecho también globales. Nos afectan a todos, interpelan a toda la comunidad humana, requieren el coraje y la creatividad de un sueño colectivo que anime un compromiso permanente, para afrontar juntos las crisis medioambientales, las crisis económicas, las crisis políticas y sociales que atraviesa nuestro planeta. Queridos chicos, queridas chicas, queridos profesores, ¡este es un sueño que requiere estar despiertos y no dormidos! Sí, porque se realiza trabajando, no durmiendo; caminando por las calles, no acostados en el sofá; utilizando bien los medios informáticos, no perdiendo el tiempo en las redes sociales; y luego -escuchen bien- este tipo de sueño se realiza también a través de la oración, es decir, junto con Dios, y no sólo con nuestras propias fuerzas. 

Queridos estudiantes, queridos profesores, han puesto dos palabras clave en el centro de su compromiso: paz y cuidado. Son dos realidades interrelacionadas: la paz, en efecto, no es sólo el silencio de las armas y la ausencia de guerra; es un clima de benevolencia, confianza y amor que puede madurar en una sociedad fundada en relaciones de cuidado, en la que el individualismo, la distracción y la indiferencia dejan paso a la capacidad de prestar atención al otro, de escuchar sus necesidades básicas, de curar sus heridas, de ser para él instrumentos de compasión y curación. Este es el cuidado que Jesús tiene de la humanidad, especialmente de los más frágiles, y del que nos habla a menudo el Evangelio. Del «cuidado» mutuo nace una sociedad inclusiva, basada en la paz y el diálogo. En este tiempo todavía marcado por la guerra, les pido que sean artesanos de la paz; en una sociedad todavía prisionera de la cultura del descarte, les pido que sean protagonistas de la inclusión; en un mundo desgarrado por las crisis globales, les pido que sean constructores de futuro, para que nuestra casa común se convierta en un lugar de fraternidad. 

Me gustaría hablarles durante dos minutos sobre la guerra. Piensen en los niños que están en guerra, piensen en los niños ucranianos que han olvidado sonreír. Recen por estos niños, pongan en su corazón a los niños que están en guerra. Piensen en los niños de Gaza, ametrallados, que pasan hambre. Piensen en los niños. Ahora un poco de silencio, y cada uno de nosotros piense en los niños ucranianos y en los niños de Gaza. Les deseo que siempre se apasionen por el sueño de la paz. Lo digo con el lema de don Lorenzo Milani, el prior de Barbiana, que al «no me importa», típico de la indiferencia despreocupada, oponía el «I care», es decir, «me importa de corazón», «me interesa». Que todo esto les importe de todo corazón. Que se preocupen siempre por el destino de nuestro planeta y de sus semejantes; que se preocupen de todo corazón del futuro que se abre ante nosotros, para que sea realmente como Dios lo sueña para todos: un futuro de paz y de belleza para toda la humanidad. Y que cuiden a los niños de Ucrania, que se olvidan de sonreír; a los niños de Gaza, que sufren bajo el fuego de las ametralladoras. Los bendigo de corazón. Que tengan una buena escuela y un buen viaje. Y, por favor, acuérdense de rezar por mí. ¡Muchas gracias!



Zenit






sábado, 20 de abril de 2024

5 lecciones de Francisco para sembrar la esperanza en redes

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El pasado noviembre se llevó a cabo la Jornada Mundial de la Juventud número 38, donde nuestro Pontífice exhortó a los jóvenes a que compartieran contenido de valor.

Usualmente, al entrar en nuestras redes nos encontramos con contenido que no siempre es el más sano, pues vemos imágenes que nos hacen perder la esperanza, e incluso desanimarnos o acostumbrarnos a las malas noticias, ataques, violencia, entre muchos otros, Por lo que el Papa Francisco pero aquí deja a los jóvenes unas importantes lecciones.   

“Queridos jóvenes, no tengan miedo de compartir con todos la esperanza y la alegría de Cristo Resucitado. La chispa que se ha encendido en ustedes, cuídenla, pero al mismo tiempo dónenla: se darán cuenta de que crecerá.

Por ello, te compartimos estos sencillos consejos por el sucesor de Pedro que te ayudarán a recobrar la esperanza y a compartirla con los demás. 

1
LA ALEGRÍA

Ser «Alegres en la esperanza» como San Pablo, quien en todo momento compartía siempre la alegría, incluso en las persecuciones. 

Esta es una de las virtudes que más caracteriza a los jóvenes católicos, en los tiempos de san Pablo eran otros medios como cartas, audiencias, etc. Hoy lo son las redes sociales, por lo que no dudes en mostrar la alegría de tu juventud y por supuesto de tu fe.

2
SÉ UN PEREGRINO DIGITAL DE ESPERANZA 

Nuestra vida es un peregrinar y que mejor que lo nuestra vida en el mundo digital también lo sea. Que cada una de nuestras publicaciones lleve un contenido que motive a otros a trabajar por la paz, por el bien común y por la juventud. 

Antes de compartir algo en tu perfil, pregúntate si ese contenido edificará a tus seguidores. 

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3
NO TENER MIEDO 

En la actualidad, cada vez son más las malas noticias que recibimos en nuestras redes sociales y eso provoca que muchas personas tengan una visión, incluso pesimista, por lo que a veces nos da miedo y nos detenemos a compartir un mensaje positivo que siembre esa esperanza en los corazones de las personas. 

¡No te detengas a hacerlo! Recuerda el ejemplo de los mártires que nunca se negaron en compartir su fe ni su esperanza en Cristo. 

4
NO COMPARTAS LA OSCURIDAD Y DESESPERANZA 

Debemos ser un faro de luz en donde hay tinieblas de tristeza y así llevar a otros jóvenes por el camino donde puedan encender la antorcha de la esperanza. 

Por lo que si vemos un contenido que no promueve un bien en nuestra vida como el amor o incluso “fake news”, entre otras cosas que puedan denigrar a los demás, detén la cadena de ese contenido y no lo compartas. 

5
NO CAER EN LAS REDES DEL ENGAÑO 

Las redes sociales también pueden ser redes de engaño que nos hacen creer que somos insuficientes y que quizás no podamos aspirar a una vida perfecta como lo vemos en otros “influencers” pero lo cierto es que somos amados desde siempre y por ello debemos hacérselo saber a aquellos que aún no lo saben. 

Finalmente, el Santo Pontífices animó e insistió en la cita que todos los jóvenes del mundo tienen para el próximo Jubileo de los jóvenes en Roma de 2025. Además, nos recordó que «No podemos guardar la esperanza cristiana solo para nosotros mismos, como un bonito sentimiento, porque está destinada a todos”. 


Karen Hutch, Aleteia

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